Las medidas que en México se aplican garantizan la producción de alimentos y la entrega de apoyos para continuar los procesos de producción, esquemas de precios de garantía y acompañamiento a más de 2.8 millones de productores de pequeña escala.

Se tiene permanente coordinación con la Secretaría de Economía para monitorear el abasto de alimentos y materias primas de importación y exportación, con el objetivo de proveer productos, mediante un manejo responsable de cupos para evitar especulación y sobreprecios.

El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, participó en la Segunda Conferencia de la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)-COVID-19, donde intercambió experiencias, políticas públicas del sistema alimentario y acciones de coordinación en la región de América Latina y el Caribe, que han tenido el fin de establecer mecanismos de atención a los efectos de la contingencia sanitaria en el sector agroalimentario.

En la reunión virtual, el secretario Villalobos Arámbula señaló que la agricultura se consolida como el componente prioritario proveedor de alimentos. Esta pandemia “nos enseña y prepara para trabajar con mayor unidad, a fortalecer cada vez más los protocolos sanitarios e implementar infraestructura productiva y logística para estar prevenidos”, señaló.

“Hay que reconocer el trabajo de mujeres y hombres del campo para contar con alimentos, porque la agricultura no puede faltar y estos encuentros son importantes para garantizar el abasto de alimentos y alcanzar la seguridad alimentaria de las naciones”, subrayó.

Resaltó el valor social de la producción y el de las mujeres y hombres del campo que se entregan a la tarea de proveer los alimentos.

En el país, detalló, se toman medidas con la entrega de apoyos para continuar los procesos de producción, esquemas de precios de garantía y acompañamiento a más de 2.8 millones de productores de menor escala, así como un Programa de Fertilizantes para para pequeños productores del estado de Guerrero.

Enumeró que se fortalecen las acciones en la producción y procesos de buenas prácticas agrícolas, a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), y se asesora a productores de granos, hortalizas, frutas, cárnicos y pesqueros, así como a los eslabones comerciales para garantizar el abasto de alimentos en el país.

Hay una permanente coordinación con la Secretaría de Economía para monitorear el abasto de alimentos y materias primas de importación y exportación, con el objetivo de proveer productos en ambos lados, mediante un manejo responsable de cupos para evitar la especulación y sobreprecios, expresó.

Con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) y el Centro de Información de Mercados Agrícolas (CIMA) –dijo— se da seguimiento en la producción y comercialización a productos como el azúcar, maíz, sorgo, frijol, trigo, arroz, carne de bovino, porcino, pollo y leche, entre otros.

Sostuvo que el organismo Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) opera el sistema de precios de garantía y el acopio de leche fluida de pequeños productores para abastecer a comunidades vulnerables, rurales e indígenas, a través de cientos de centros de venta y distribución de productos básicos con precios al público 30 por ciento menores.

Además, indicó, se da seguimiento y atención a las cadenas productivas orientadas a la exportación para cumplir con los compromisos con los mercados y fortalecer su dinamismo, sin desatender el abasto interno.

El ministro de Agricultura de Argentina, Luis Basterra, comentó que en su país trabajan en coordinación con el sector primario los protocolos sanitarios para la agricultura familiar y la comercial, a fin de sostener el flujo de productos agropecuarios y garantizar la alimentación en el territorio nacional.

Apuntó que la producción agropecuaria sigue adelante con la aplicación de acciones preventivas en el campo.

Desde Santiago de Chile, el subdirector regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué, remarcó que en esta contingencia se requiere un trabajo en equipo, en colaboración con agencias, organismos internacionales y gobiernos para, en unidad, encontrar mecanismos de mitigación de los efectos del COVID 19 en el sector agroalimentario.

Indicó que estos foros de comunicación permiten establecer mayor colaboración y cooperación entre las naciones para atender al sector y vincular las cadenas productivas y alimentarias, a favor de productores y consumidores.

La directora regional del Fondo Internacional de Desarrolla Agrícola (FIDA), Rossana Polastri, mencionó que ante esta pandemia sin precedente la agricultura de pequeña escala en la región es prioridad.

Después de salir de la crisis, se requiere una atención especial y, en ese proceso, la colaboración de todos es clave para alcanzar una mejor recuperación en el sector agroalimentario, lo que repercutirá directamente en el rubro económico y social, acentuó.

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