“Es la primera cosecha de banano en Holanda. Jamás se había producido en este país en esa escala”.
La fruta que el científico Gert Kema obtuvo en su laboratorio es única. Y no solo por ser la primera producida en suelo holandés.
Kema logró su cosecha sin usar tierra, en un intento por combatir uno de los grandes enemigos de las plantaciones de banano: el llamado “mal de Panamá” , causado por un hongo que se transmite en el suelo.
La enfermedad “es una amenaza para la producción mundial de banano”, señaló a BBC Mundo Kema, profesor de patología de plantas tropicales en la Universidad de Wageningen, en Holanda.
“Así quelo que hicimos fue sacar al banano del suelo. Y las plantas crecieron muy bien con la aplicación de nutrientes”.
Fibras de coco y roca
Kema cultivó 60 plantas de banano en invernaderos.
Y en lugar de tierra utilizó dos tipos de sustratos, fibra de coco (que se obtiene de la cáscara del coco) y lana mineral o de roca (fibras obtenidas de roca basáltica).
De esta forma Kema evitó la presencia del hongo que causa el mal de Panamá.
“No se trata de bananas hidropónicas porque las raíces no están en una solución en base a agua”, señaló el científico.
“Agregamos nutrientes a través de irrigación por cuenta gotas”.
Cultivar bananas en un medio artificial permite controlar cada aspecto del proceso y evita pérdida de nutrientes, de acuerdo a Kema.
“Es un ejemplo de agricultura de precisión, que permite crear una separación mayor entre las plantas para que reciban más luz y maduren más rápido”.
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