Desde el GCMA advirtieron que existe el riesgo de interrumpir el avance sostenido que la industria agroalimentaria —incluido el sector pecuario— ha tenido en nuestro país durante más de dos décadas, poniéndolo en desventaja a nivel internacional.

La posible eliminación de los fideicomisos enfocados al sector agroalimentario, propuesta por el Ejecutivo y aprobada la semana pasada en la Cámara de Diputados, pondría en riesgo no solo su crecimiento a nivel nacional, sino también su competitividad en el plano internacional, derivado de la pérdida de más de 12,957 millones de pesos; así lo aseguraron desde el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

La decisión de dos de los tres poderes de la Federación (faltaría la Cámara de Senadores), tendría como sustento la falta de transparencia en el ejercicio de los fideicomisos, no obstante en el GCMA a cargo de Juan Carlos Anaya, opinaron que esto obedecería a una falta de entendimiento sobre sus funciones y mecanismos.

Se plantea la desaparición de 109 fideicomisos, con lo que el Gobierno Federal contaría con una partida adicional de aproximadamente 68,400 millones de pesos, los cuales aún carecen de un propósito específico.

De acuerdo con el GCMA, entre los recursos que se eliminarían se encuentran dos que atañen al sector agroalimentario.

El primero sería el Fondo de la Financiera Rural (FND) —integrado por 12,535.5 mdp.— que impactaría de manera directa en los productores, toda vez que afecta su capacidad para obtener créditos y la facilidad para pagarlos.

Las dificultades de liquidez podrían derivar en la quiebra de la institución, e incluso repercutir para que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) inyecte un mayor capital para garantizar su permanencia.

El segundo fideicomiso afectado sería el Fondo Sectorial de Investigación en Materias Agrícola, Pecuaria, acuacultura, agrobiotecnología, y recursos filogenéticos —con 421.4 mdp.—, que brinda apoyo financiero al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para desempeñar dichas labores.

En el GCMA explicaron que esto significaría dejar inconclusos todos los trabajos relativos que se realizan para el crecimiento de la producción agroalimentaria nacional, lo cual podría resultar en una contracción respecto a otros países.

Se añadió que México no cumple con la recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) respecto a este rubro, para destinar un mínimo de 1% del Producto Interno Bruto para la investigación y el desarrollo.

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