La empresa francesa Naio Technologies ha desarrollado tres robots eléctricos y autónomos de diferente tamaño para recoger las malezas de las pequeñas granjas, viñedos o grandes extensiones de cultivos a gran escala.

Los vehículos eléctricos y autónomos no solo están llegando a las carreteras, sino también a actividades relacionadas con las labores agrícolas, donde estas tecnologías tienen un amplio potencial de aplicación. La empresa francesa Naio Technologies ha desarrollado tres desmalezadoras robotizadas, eléctricas y autónomas, destinadas a eliminar las malas hierbas de los cultivos tradicionales que se establecen en hileras.

La implementación de sistemas automatizados en los cultivos, cosechas y recolección, acompañará el futuro de este sector a través de equipos, procesos y maquinaria de alta tecnología. Los robots herbicidas forman parte de esta flota de nuevos vehículos. La eliminación de las malas hierbas es una de las labores más costosas en los cultivos, por su complejidad, por hacerse de forma manual y porque existen pocos trabajadores dispuestos a realizarlas. Por tanto, su automatización es clave para aumentar su rendimiento.  

La propuesta de Naio Technologies consta de tres vehículos eléctricos robotizados con diferentes capacidades de eliminación de las malas hierbas de los cultivos que se disponen en forma de hileras. El primero, el más ligero, recibe el nombre de Oz, ha sido diseñado para pequeñas granjas e invernaderos. Cuenta con cuatro motores eléctricos de 110 W y baterías de litio de plomo de 24 V. El segundo, Ted, es un específicamente diseñado para viñedos que ya está en uso en el sur de Francia. Por último, Dino, su vehículo insignia, es capaz de combatir con las malezas en granjas de hortalizas a gran escala. En este caso los cuatro motores eléctricos están alimentados por baterías de litio, que son capaces de mover a Dino a 4 km/h y trabajar durante ocho horas por día, con una capacidad de trabajo de hasta 4,8 hectáreas diarias.

Todos ellos combinan navegación GPS de precisión con un sistema de aprendizaje automático que es capaz de identificar las malezas, mapear los cultivos y enviar datos a los agricultores. También cuentan con gran capacidad de maniobra, similar a la de los tanques, de forma que les permite hacer un giro en forma de “U” en espacios muy reducidos.

El portavoz de la empresa, Anouck Lefebvre, afirma que sus desmalezadoras “respetan tanto al medio ambiente como al hombre”. Gracias a ellas las instalaciones agrícolas podrían hacer frente a la escasez de trabajadores, reduciendo la carga de un trabajo que siempre se ha realizado de forma manual.

Además de tener alrededor de 150 robots en uso en Canadá, Europa y Japón, Naïo ha comenzado a probar sus desmalezadoras autónomas en 15 granjas comerciales en California, según informa Modern Farmer. Como era de esperar, toda esta tecnología no es barata: el Dino cuesta alrededor de 220.000 dólares (más de 200.000 euros). La estrategia comercial de Naïo prevé alquilarlos a los agricultores o ayudarlos en su financiación. Según los informes, los ensayos en los Estados Unidos han generado resultados prometedores.

La empresa planea abrir un centro en California a finales de este año para disponer de unidades, mantener y comercializar sus robots, que le permitirá lanzarlos comercialmente a finales de este año.

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