Una de las sugerencias o recomendaciones más comunes que se le hace a los productores agropecuarios, cuando solicitan orientación para la fertilización de sus cultivos, es que deben disponer de un análisis de suelos con fines de fertilidad de los diferentes lotes de su finca, reciente y con suficiente información. Sin embargo, una vez que tienen en su poder los resultados del laboratorio respectivo, se les complica su interpretación y posterior utilización.
A pesar de la crisis en la que se encuentra nuestra agricultura en la actualidad, especialmente en lo relativo a la escasez de fertilizantes para sus siembras, esa situación de necesidad de apoyo a los productores para el uso adecuado de los resultados de los análisis de suelos, me ha motivado a preparar una clave, para tratar de contribuir con aquellos productores y técnicos que vayan a hacer uso de los resultados de análisis de suelo, en la elaboración de programas de fertilización con estimación de los requerimientos de fertilizantes para sus cultivos. Estos momentos actuales de escasez en cantidades y tipos de fertilizantes deben cambiar, tienen que cambiar, y para ese momento, ya esta clave será una herramienta muy útil para lograr una aplicación de fertilizantes más eficiente.
La clave incluye, además de las rutas para las estimaciones de fertilizantes bajo diversas condiciones, una información básica sobre el comportamiento de algunos nutrientes en el suelo con la intención de mejorar el manejo de la práctica de fertilización. Consta también de dos secciones según el método de aplicación de los fertilizantes, una sección para la estimación de los requerimientos de fertilizantes cuando éstos se aplican directamente a los suelos en la fertilización edáfica convencional y, otra sección, para estimar los requerimientos de fertilizantes cuando se aplican con el agua de riego o fertirrigación. En ambos casos, convencional o fertirrigación, los programas de fertilización se complementan con orientaciones referentes al uso de la fertilización foliar mediante la aspersión de soluciones nutritivas sobre el follaje de las plantas.
La ruta general para fertilizar con nitrógeno (N), debido a su complejidad, se presenta con dos ejemplos, el caso de un cultivo de ciclo corto como el maíz y, otro, el de un cultivo semipermanente como el cambur, con el objeto de facilitar el manejo de la clave por parte de los usuarios. Además, el uso de la clave en su totalidad, se ejemplifica con la elaboración de algunos programas de fertilización, tanto en la modalidad edáfica convencional como en fertirrigación, basados sobre resultados de análisis de suelo de importantes regiones agrícolas del país y con cultivos seleccionados.
En el caso de fertilización edáfica convencional, se presentan, como ejemplos, cinco programas de fertilización con suelos de Anzoátegui cerca de El Tigre (sorgo granífero), de Monagas cerca de Maturín (soya), de Portuguesa en Turén (arroz), de Guárico en la región maicera (maíz) y del estado Zulia en el Municipio Francisco Javier Pulgar (tomate).
Para fertirrigación se presentan ejemplos de programas de fertirrigación con suelos en Anzoátegui, Municipio Simón Rodriguez (patilla); en Monagas, en Las Piedritas de Viboral (pimentón); en Portuguesa, Municipio Santa Rosalía (melón); y en Zulia, Municipio Catatumbo (lechosa).
Para el mejor uso de la clave, se debe disponer deun análisis de suelo con fines de fertilidad, reciente, que indique al menos:
a.-Clase textural señalando % de cada fracción mineral
b.-Conductividad eléctrica (CE): CE en suspensión 1:2, si este valor es >1,00 indica posible exceso de sales solubles y, en estos casos, el análisis de suelo debe reportar la CE del extracto de pasta saturada (CEe)
c.-Contenido de carbono orgánico o de materia orgánica
d.-pH. Además, cuando el pH sea >8,5 el análisis de suelo debe incluir el porcentaje de sodio intercambiable (PSI) y la CEe. Si el pH es <5,5 es conveniente que se reporte el valor de Al intercambiable en me/100 g de suelo y de ser posible, el porcentaje (%) de Al intercambiable.
e.-Niveles de P y K aprovechables
f.-Niveles y valores de Ca y Mg intercambiables en me/100 g de suelo
La clave está elaborada con 159 entradas, incluyendo información referente a aspectos de salinidad, requerimientos de encalado, nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio, azufre y micronutrientes, las cuales se consideran suficientes para elaborar un acertado programa de fertilización.
A pesar de esta clave, o de otro recurso para cuantificar las dosis de fertilizantes a aplicar a un determinado sistema suelo-planta-clima, los programas de fertilización pueden llevar un toque personal de quien lo elabore, ya que existen situaciones especiales que a lo mejor no se consideran en esta clave, o el usuario tiene ciertas experiencias que le permiten ir más allá de la información que la clave le ofrece.
En tal sentido, se puede mencionar que en la clave no se considera el clima para la estimación de los fertilizantes a aplicar. Sin embargo del factor clima, “la precipitación”, es fundamental para la respuesta de los cultivos de secano a la fertilización. De esta manera, las expectativas de rendimiento del maíz son mayores en Yaracuy que en Guárico, debido a mejores suelos y mejor ciclo de lluvias tanto en cantidad como en su distribución en Yaracuy. El usuario, conociendo esta situación y su experiencia con el cultivo, puede considerar que la recomendación obtenida mediante el uso de la clave puede ser muy baja o muy alta, dependiendo de si el sistema suelo-planta-clima está en la zona maicera de Yaracuy o en la de Guárico, y proceder a su ajuste según su propio criterio.
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