La tecnología logró vincularse con la agricultura y hasta logró la calificación de sustentable. La intención es maximizar el nivel de producción, que es parte de la evolución porque desde la primera guerra mundial crearon vehículos de combustión y así llegó la mecanización a los campos agrícolas.

En ese momento, los agricultores lograron integrar los combustibles, refacciones mecánicas y mantenimiento de unidades que implicó aumentar la producción, disminuir los costos y los tiempos de trabajos. Ahora la adaptación será a la era digital con herramientas útiles para la producción.

Por ejemplo, pantallas, drones, cámaras, tablets, aplicaciones entre otros, que serán herramientas indispensables para la producción. De tal manera, que se le denomina “Agricultura de Precisión” porque contribuye a optimizar el uso de los recursos e insumos, al utilizarlos de manera adecuada y precisa.

Entre los desafíos que enfrenta la tecnología en el sector agrícola se encuentra: la falta de agua, las nuevas plagas, la maleza agresiva, los suelos erosionados y las enfermedades más resistentes. Por ahora, la tecnología es capaz de entender las variaciones del suelo y los cultivos, ayudar a las decisiones más eficientes sobre donde sembrar las semillas, hasta predecir el rendimiento de la cosecha.

Esta solución también daría respuesta a una preocupación que manifestó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para las proyecciones de 2030, donde se prevé que 8.500 millones de personas habitarán la Tierra, lo que significa un incremento del 60 % de la demanda mundial de los alimentos.

En estados como Guanajuato, Sinaloa y Jalisco, ya comenzaron a trabajar con estas tecnologías que va direccionado a evaluar con mayor precisión la siembra. También aplican la estimulación de la cantidad adecuada de fertilizantes e insumos necesarios, así como la exactitud del rendimiento y la producción de los cultivos.

Una de las tecnologías que más fácil se ha integrado a la agricultura es la imagen satelital o aérea, así los agricultores tienen una mejor visión del campo para tomar decisiones sobre la administración de los recursos y de la siembra.

Según Lissete Córdova de TECHspring, el uso de drones se ha popularizado dentro de la agricultura. ‘’Gracias a las cámaras infrarrojas implementadas en los drones, es posible analizar el estado de los cultivos, la tierra, su fertilidad y rendimiento a tiempo real. Además, permite un ahorro entre el 10 y 30 % en la dosis de fertilizantes, ya que los aplican en dosis adecuadas y según la necesidad de cada planta”, afirma.

El uso de los tractores autónomos en la “Agricultura de Precisión” también brinda grandes beneficios, por ejemplo: la reducción de la superficie traslapada, el incremento de la velocidad de trabajo, el descenso del tiempo de maniobra y la posibilidad de trabajar en condiciones de visibilidad reducida. Este sistema incluye tecnología con GPS y un tractor convencional que se maneja con una tablet y el acceso a WIFI a través de información que envían desde sensores láser.

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