Sequía y falta de agua para riego en estados como Tamaulipas complican el cuadro para la producción en el 2020.
Los pronósticos indican que no será un buen año en la producción de maíz y entre otras razones se encuentran la sequía por la falta de agua de riego y una menor superficie para cumplir con la producción anual, así como la ausencia de programas de gobierno que ayuden a impulsar mayores cosechas.
Así lo afirmó el vicepresidente Agrícola del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) y productor de maíz en Tamaulipas, Rogelio García Moreno, en entrevista con la periodista María del Pilar Martínez, reportera del periódico El Economista.
El líder agroempresarial señaló que las nuevas políticas del gobierno federal están enfocadas a alcanzar la soberanía alimentaria, a producir más en el país e importar menos granos básicos, pero «consideramos que al haber quitado los apoyos de comercialización que le dan certidumbre al productor y que ordenan al mercado nos va a hacer daño y esos objetivos difícilmente se van a cumplir».
Explicó que hay regiones del país en las que si no existen los apoyos directos a los productores, entonces es complicado que se llegue a puntos de equilibrio financieros a partir de los costos de producción existentes.
Añadió que «por ejemplo, en Tamaulipas tenemos un problema de disponibilidad de agua de riego, por lo que muchos agricultores tendrán dificultades para mantener su superficie sembrada del grano. Se dejará de cultivar más de la mitad de lo que sembraban y es por el tema de agua».
García Moreno indicó que las medidas que toman no son las correctas: «Hemos estado en esto toda la vida y cada vez nos entiende menos la autoridad, sobre todo, porque ya existía un mecanismo que servía para ordenar el mercado, para alinear a compradores (productores e industria) que era el tema de agricultura por contrato, pero como eso ya no existe, entonces habrá desorden».
«Las metas que el gobierno pretende alcanzar no son viables porque al final del día habrá una industria agrícola que verá que no hay esquemas para comprar por adelantado (agricultura por contrato) y buscará el mejor precio con granos importados», detalló el vicepresidente Agrícola del CNA.
Rogelio García destaco que las importaciones en este año podrían llegar a 20 millones de toneladas, «sobre todo, porque habrá menos cosecha ante una menor superficie destinada al maíz, ya que somos un país comprador muy importante de Estados Unidos».
La tenemos difícil, aseveró, «si debilitas a un productor, ¿cómo le hará ese productor para volver a invertir en otro ciclo agrícola? Siempre le tiramos a mantener la misma cosecha, siempre le apostamos a ello y todo tiene que ver con dinero, con semillas, fertilizante, tecnologías y hacer las cosas a tiempo y para todo eso se necesita tener respaldo financiero».
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